Tipos y funciones de los cerraderos eléctricos (I)
Los sistemas de cierre son cada vez más modernos y complejos. Actualmente, los cerraderos eléctricos ofrecen en el mercado una serie de funciones distintas que se adecuan a las más altas exigencias de los que buscan seguridad y comodidad a partes iguales en los sistemas de cierre de las puertas de su vivienda, centro de trabajo o comunidad. Los cerraderos eléctricos (o automáticos) de apertura son piezas fundamentales que nos abrir una puerta tras pulsar solamente un botón, sin tener que usar algún objeto, como una manilla o la habitual llave. Su uso es cada vez más extendido en muchas viviendas, negocios o comunidades de vecinos. Sin embargo, cada vez son más los tipos de cerraderos eléctricos y las respectivas funciones que cumplen cada uno de esos tipos de cerraderos automáticos. En este artículo explicaremos cada uno de ellos.
La función general de los cerraderos automáticos eléctricos es desbloquearse, abrirse al recibir un impulso eléctrico de baja intensidad (habitualmente 12V). En el instante que ese desbloqueo se produce, se permite al resbalón de la cerradura deslizarse. En ese mismo momento, la puerta queda abierta. Ahora sí, pasamos a describir cada uno de los tipos de cerraderos eléctricos que nos ofrece el mercado en la actualidad. En función de las diferentes características y piezas que contiene el cerradero, podemos realizar esta clasificación.
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Con o sin retardador.
El retardador es una pieza muy pequeña y con forma de cilindro, localizada en el medio del propio cerradero. También los hay sin retardador. Permiten que según se ha recibido el impulso eléctrico, la puerta permanezca desbloqueada, incluso cuando el impulso eléctrico se deja de recibir. ¿Hasta cuándo? Hasta que se abra físicamente la puerta. Obviamente, este tipo de cerradero eléctrico no está aconsejado en lugares donde se antoje obligatorio una seguridad adicional.
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Con o sin palanca de desbloqueo.
¿Qué es el desbloqueo en este tipo de cerraderos eléctricos? Es una especie de palanca localizada en las partes inferiores o superiores en el canto del cerradero automático. Los cerraderos eléctricos que presentan esa palanca permiten estabilizar el desbloqueo, dejándolo de forma continuada en el tiempo, sin necesidad de que reciba ningún impulso eléctrico. Este tipo de palanca de desbloqueo es aconsejable en oficinas y comercios de todo tipo, locales comerciales que tengan que tener la puerta abierta al público y quieran abrir fuera de ese horario.
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De corriente continua (DC) o corriente continua-alterna (AC/DC).
La mayoría de estos cerraderos suelen permitir una utilización con ambos tipos de corriente y funcional a la perfección en cualquiera de los casos. Sin embargo, en algunos de los sistemas más vanguardistas de telefonillos y videoporteros, es imprescindible usar automáticos específicos. Los duales de corriente continua-alterna tienen la desventaja de que cargan mucho el grupo fónico y suelen estropear estos modernos sistemas.
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De cuerpo corto o largo.
En la actualidad, existen en el mercado varios tipos de cerraderos automáticos según el tamaño de su cuerpo. Hay cerraderos de cuerpo más corto y con el fondo más pequeño y otros con el cuerpo mucho más largo y muy profundo. ¿A qué se debe esto? Pues a que la bobina de los automáticos con cuerpo corto tiene un funcionamiento muy diferente al de las antiguas bobinas, que sí están aún en los cerraderos de cuerpo más largo.
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Fijos o regulables.
A veces, nos encontramos con un pequeño defecto en alguna puerta que hace que el resbalón de la cerradura llega tan forzado a la pestaña del propio cerradero que no se consigue encajar las piezas, quedando la puerta semiabierta o abierta. Esto se soluciona instalando cerraderos eléctricos con pestañas regulables. Así, la pestaña de enganche ofrece desplazamiento de varios milímetros, pudiendo ganar una pequeña distancia y conseguir un cierre óptimo.
Estas son algunas de las características principales de los cerraderos automáticos o eléctricos que existen en la actualidad. Pero hay muchos más, y de algunos les hablaremos en una segunda parte de este artículo. Son un tipo especial de automáticos que se pueden montar adicionalmente para mejorar la seguridad o para agregar alguna función distinta que ofrezca un plus al sistema de cierre. Es el caso de los cerraderos eléctricos reforzados o de los cerraderos que llevan incorporados un retardador invisible. De estos y otros temas hablaremos en el próximo artículo de nuestro blog.
¡Saludos a tod@s!